Visita al sórdido desierto.

Entro mediante la garganta por la que salí de las noches, antes de hacer cualquier otro movimiento me enchufo un cigarrillo y le pego unas caladas. Me quedo quieto contemplando los alrededores... nada, solitario.

Tras caminar varios minutos llego al inmenso desierto que fácilmente se puede observar desde la torre de la habitación. Al contrario que otras veces, está vez no había ni tormentas de arena ni calma extrema, solo pequeñas brisas que sentarían bien a cualquiera. A lo lejos veo una silueta ya algo conocida, tras ella una pequeña nube de humo.
Me acerco lentamente haciendo notar mi presencia y con un leve gesto con mi cabeza simulo un saludo.

Miro con sorpresa (si se le pudiera reconocer, cosa que no porque las gafas solapan gran parte de mis expresiones) la llegada de los dos espadas y digo:

-Vaya, señorita Alire que sorpresa, dirijiendose hacia jin Y usted es...

Veo a una nueva persona acercandose a nosotros. Era pálido y serio, iba muy recto por donde caminaba. Le hice un gesto con la cabeza en señal de saludo y finalmente acabe por contestar al Segundo Espada

-Segundo Espada..

Tras decir esto con un gesto irónico y desinteresado, empezo a mirar a la nueva persona que estaba alli. Le acerco la mano amistosamente en forma de saludo.

me quedo contemplando fijamente al cuarto espada, que estaba de espaldas a mi y no podía ver su rostro y digo:

Creo que la señorita Alire sólo estaba siendo educada, cosa que veo que le falta a otras personas... puesto que hice una pregunta antes que usted y se limita a hacer una segunda pregunta como si nada

despues de lo dicho sin quitarme el cigarrillo de la boca le pego una calada expulsando el humo por los orificios de la nariz.

Me quede mirando la conversación que poco a poco parecía que iba a tornarse en estúpida. Me quede mirando fijamente la cara el nuevo personaje aparecido en escena para ver muestras que lo delataran y poder saber que mentalidad tiene.
Tras ver al Segundo Espada dirigiéndose al personaje sin nombrarlo, pregunto:

-¿Quién eres?

Sin dejar de mirarlo fijamente:

-Craig wolfwood

Mirando fijamente al que se había presentado como Cuarto Espada y que por tanto era jerárquicamente menos que yo, me presenté

-Tercer Espada... Alire.

Despues, recordando el final de su pregunta conteste

-Paseando.. ¿y tu, Cuarto Espada Jin?

Segunda y Tercera Espada eran los rangos de los que se encontraban allí, se suponía que ellos eran más fuerte que él y seguramente podría ser así por lo que Jin no hizo más nada y solo se limitó a responderle a la mujer.

-Paseando? Digamos que yo también...-

Luego giró su cabeza en posición del hombre llamado Craig para decir.

-Ya veo, tu debes ser el segundo más fuerte de Las Noches. Por lo que tu debes saber algo. ¿Cuándo les tocará a los Espada actuar en el Mundo Humano?.-

Preguntó seriamente el hombre mientras lo miraba y esperaba una respuesta.

Desvio la mirada del cuarto espada para mirar la luna, mientras sucede este movimiento suspiro y digo:

Pues aún no reciví información sobre el tem, aunque me huelo que dentro de poco atacaremos, de todas formas en cuanto sepa algo os lo aré saber, ¿de acuerdo?

-metientome la mano al bolsillo, saco el paquete de cigarros-

perdón por mi descortesía, ¿queréis uno?

Tras escuchar el ofrecimiento del Segundo Espada levanto la mano verticalmente en señal de negación. Seguidamente y parandome a pensar brevemente, intento cambiar de conversación para intentar obtener mas información de aquellos dos Espadas.

-Sería interesante conocer a los demás...

Despues de dejar caer la frase entre los demás empiezo a mirar a ambos esperando alguna respuesta.

Jin miraba al hombre que fumaba y le ofrecía uno al 4to Espada, éste lo miró y luego se quedó callado sin decir nada. El silencio era suficiente para demostrar lo que le importaba aquel cigarro.

-Supongo que los demás Espada deben de estar... "durmiendo".-

Dijo irónicamente mientras la miraba a la 3er espada.

Craig hizo una pequeña mueca macabra a la respuesta del cuarto espada, acto seguido le paga otra calada al cigarrillo y dice mientras tira el humo:

¿Y qué es lo que más apreciáis del poder que se os ha otorgado al ser nombrados tercer y cuarto espada?

Tras escuchar la pregunta que planteaba al Espada solo se me pasaba una cosa por la cabeza

*Otra vez con los poderes... vaya plan filosófico lleva*

Seguidamente pense en contestarle y no dejarle con la palabra en la boca pero era entrar en el mismo tema que habíamos estado hablando antes y realmente no hacía falta aclararle nada a nadie. Yo tengo todo claro y eso es lo que importa.

-...

Pase de su pregunta y mire al Cuarto Espada esperando su respuesta

Craig parecía un ser diferente a Jin, parecía como si no fuera un Espada aunque las apariencias engañan y eso lo sabía muy bien. El Segundo Espada realizó una pregunta para los otros dos Espada que allí se encontraban, entre ellos Jin quien lo miró unos segundos para luego responder.

-Solo me han otorgado un puesto entre varios guerreros. Mi poder lo he conseguido por cuenta propia...-

Respondió Jin una vez formulada la pregunta del joven. Pero eso no fue todo el cuarto espada redobló la apuesta y volvió a preguntar.

-Acaso... tu eres de los que dependen de otros para hacerse más fuerte?.-

Preguntó desafiante y sin escrúpulos el Arrancar mientras esperaba una respuesta.

Pasos lentos pero firmes hacían retumbar por su peso las suaves y blancas arenas de aquel mundo lleno de muerte y desolación. La noche era eterna allí, y el astro reinante, la Luna, era la única testigo del ser que se encontraba deambulando por ese infinito páramo estéril. Se encontraba buscando la fuente de varios reiatsus mas que poderosos que parecían haberse reunido en un punto específico. Quería ver de qué se trataba, aunque estaba seguro que eran otros arrancars, debido al tipo de energía que despedían, tan parecida a la propia

Inmensa era su contextura para no ser un ser que profesara la destrucción. Debía de medir caso dos metros, y sus músculos y cicatrices daban a entender, junto con su edad aparente, que se trataba de un guerrero de mil batallas, curtido por el ambiente de la guerra. Nacido de ella para vivir en su ceno. El nombre de esta bestia era Khan, como el nombre de aquel inmortal conquistador que supo hacer temblar todo el mundo bajo sus pies. El, seguramente, debía continuar su legado sin ningún tipo de inconveniente, mas teniendo en cuenta aquella arma que colgaba de su espalda y que se mantenía atada a su cuerpo por medio de una cadena que cubría parte de su hombro izquierdo y su cintura: Una enorme ancla daba a entender que el poder destructivo y la magnitud de daño que podía llegar a producir esta bestia eran ingentes

Una vez llegado al lugar en cuestión, donde había sentido las distintas y poderosas fuerzas espirituales, pudo notar, como su sentido le había dicho anteriormente, que se trataba de arrancars, como el aparentemente, aunque mucho mas jóvenes en apariencia que el anciano pero musculoso sexto espada. Esto le dio una mala primera impresión, aunque quizás esa manía que el tenía de juzgar a los seres por su apariencia física se trataba de un defecto bastante marcado en el. Quizás por que en el noventa por ciento de las veces, sus apreciaciones habían sido acertadas

Miró a los presentes y emitió una especie de gruñido de aburrimiento y no dijo nada mas. Quería ver cuales eran las reacciones de aquellos tipos antes de comenzar a hablar, aunque su actitud ya era altiva desde el principio

Craig echó una mirada fulminante al cuarto espada que se transparentaba por las lentes de las gafas y el reiatsu del mismo se intensificó un poco, acto seguido dijo con una voz seca y amenazadora:

¿Acaso usted, cuarto espada, quiere descubrirlo por su propia cuenta? Le aseguro que se equivoca con creces...

Ësta conversación fué entrecortada con la presencia de un cuarto reiatsu en la zona, a medida que se hacercaba la forma daba respuesta de un ser grotesco, enorme y tosco: un anciano con el cuerpo cicatrizado. Craig se limitó a bajarse un poco las gafas para no verlo a través de las lentes y se quedó mirándolo fijamente con cara de neutralidad inperturbable.

Alire, que había estado en silencio observando la conversación entre los dos Espada que parecía acabar en lucha, pudo observar a un cuarto personaje haciendo entrada en la escena. Su reiatsu era similar al de los demas por lo que supuso que sería una Espada. Tenía curiosidad por saber su número pero prefirió mostrarse en silencio con una actitud de pasividad total, mirando al nuevo sujeto sin cambiar de posición esperando que éste dijera o hiciera algo que lo delatara ante los demás.

El arrancar número 4 del Hueco Mundo escuchaba las palabras de Craig el cual era el nombre, supuestamente, de la segunda Espada quién parecía entrar en el juego irónico y provocativo de Jin. éste estaba apunto de responderle cuando una presencia nueva se hizo en el lugar. Al voltear su cabeza observó a un hombre de edad mayor, con una figura envidiable para la edad que representaba, varias marcas en su cuerpo que seguramente eran cicatrices de antepasadas guerras o batallas.

El silencio se hizo en Hueco Mundo al aparecer aquel sujeto que demostraba experiencia y terror por donde se lo mirase, aunque ese no era el caso entre los Espada presentes quienes se callaron y no hicieron nada. El cuarta Espada no se quedó callado y dijo algo.

-Ya voy conociendo a todos los Espada. Y tú eres...?- Refiriéndose al recién llegado.

Al parecer el sexto no podría permanecer callado, debido a que los otros seres presentes en el desierto le formulaban preguntas con respecto a su nombre y demás. Al parecer su gruñido no había logrado conformar a los presentes, pero Khan creía que, a fin de cuentas, se trataba de algo lógico. Normalmente ese tipo de sonidos solo servían con hollow de menor clase que los que allí se encontraban, y hoy no serviría. El hollow anciano miró lentamente a cada uno de los presentes, clavándoles la mirada a cada uno sin ningún tipo de reparo en que quizás les molestase. No tenía ganas de fijarse lo que a cada uno le pudiese llegar a incomodar. Todos le observaban, a lo que espada respondió con un bufido

Cruzó sus brazos fornidos pero ancianos delante de su torso y esperó unos segundos antes de hablar. Al parecer esos niños eran muy curiosos, aunque todo esto no llegaba a molestar al espada que parecía ser el mas viejo del lugar. Su voz se escuchó profunda, grave y áspera. Podía sentirse su peligrosidad con solo su primer palabra

-Khan, Sexto espada, un...gusto

Dijo esto a modo de una rápida presentación, resaltando la ultima palabra en un modo extraño, aunque su tono de voz sonaba autoritario y bestial. No era muy hablador que digamos, pero sabía utilizar siempre las palabras correctas. Sus tantos años de vida le habían enseñado que a veces el poder de la palabra podía derribar la espada, aunque no fuera su manera habitual de actuar

Craig dejó de mirar al sexto espada, para contemplar la luna (al parecer esa mirada puso alerta al segundo espada) y con desisnterés respondió:

Craig Wolfwood, segundo espada...un...placer

Acto seguido le pegó una calada al cigarrillo.

Alire, viendo al Segundo Espada Craig presentarse ante el personaje que había irrumpido en escena presentandose como el Sexto Espada, decidió imitarlos y presentarse ella también aunque de manera muy seca y sin modestia.

-Tercer Espada.. Alire

Le parecía muy repetitivo el hecho de repetir su nombre y rango, tener que hacerlo por cada Espada que conocía.. le parecía muy monotono y aburrido. Suprimió el "mucho gusto" típico de las presentaciones puesto que la situación no era normal precisamente. Se hechó unos pasos hacia atrás y se puso a mirar en los alrededores buscando algo en lo que poder apoyarse, pues se estaba aburriendo, sin éxito. El desierto era inmensamente grande y lleno de arena, carecía de piedras u árboles en esa zona. Alire siguió mirando a los nuevos sujetos, Cuarto y Sexto Espada comparándolos entre ellos y esperando alguna respuesta mas que rompiera el aburrimiento.