Ataque hollow

No me había ido de la batalla solo por gusto, había un tema que requería más mi atención. Una misión.
Debía viajar a la sociedad de almas, al parecer los científicos de Hueco Mundo habían desarrollado una técnica que nos permitirá “hollowicar” a los shinigami, encontrando en ellos unos siervos leales y poderos…pero claro, eso era solo una teoría, para probarla necesitarían otra cosa…un shinigami, a poder ser vivo.
No debería de ser una misión difícil, encontrar un shinigami y traerlo a rastras hasta Hueco Mundo…pero es que no podía ser un shinigami del montón, no, debería de ser alguien con bastante poder espiritual, lo bastante como para soportar el proceso. En otras palabras, querían un capitán o un teniente.
De modo que necesitaba alguna manera de atraer su atención, dudaba mucho que un unico arrancar atrajera la atención de un capitán, necesitaba algo de más calibre.
De modo que allí estaba yo, con dos menos grande, uno a mi derecha y otra a la izquierda, detrás de docenas de hollow se pelaban por el mejor lugar, deseos de entrar en combate.
Ellos serian mi bengala, gracias a ellos atraería la atención de los capitanes.
Sin más dilación cruzamos la garganta que yo abrí, apareciendo en el lugar que los shinigami llamaban el Rukongai.
Frente a mi se alzaba imponente una extraña muralla, al parecer la barrera que separaba la SS del resto del Rukongai, deberíamos de estar en la puerta sur…tendríamos que derribarla.
-Que solo queden cenizas- dije, con voz fría y monótona, acto seguido los dos menos grande dispararon sendos ceros contra la puerta que tenia frente mi, reduciendola a un amasijo de astillas.
“Muy bien, capitanes, venid a por mi” pensé mientras desenvainaba mi espada y la colocaba paralela al suelo. Fue la señal acordada, en ese momento casi 10 docenas de hollow entraron en el seretei, causando estragos.

Usando rapidos shumpos Kazan se situo sobre una caseta del siretei que daba justo frente a la puerta sur de la muralla del siretei. La miro con indiferencia, solo habia polvo, mientras esto ocurria observaba un individuo, mientras desenfundaba su zampakutou y la ponia paralela hacia el suelo, los hollows y los menos avanzaban hacia el siretei sin mas, por esta razon y por la razon de la energia espiritual, Kazan supo que se trataba del "cabecilla" de esta "pandilla" de ... "gusanos".

Los shinigamis encapuchados y con la ropa de las fuerzas especiales avanzaban y destruian y machacaban a los hollows que intentaban destrozar el siretei, claro, sin exito, igual pasaba con los dos menos. Entonces Kazan sabiendo que si estos shinigamis se enfretaban contra el "lider" de esos gusanos moririan, asi que los detuvo, Ese... Decia mientras ponia su zampakutou en su cintura, en su lado derecho, no la solia usar muy amenudo, ya que hacia servir el Hakuda.

Apuntando el dedo indice de su mano derecha hacia el "lider" de esos bichos siguio... Es mio... el que se interponga en mi camino, sera considerado enemigo... y no, no es una amenaza, es un aviso. Decia a un cierto tono de voz, para que sus shinigamis y demas lo oiesen.

Su segunda mano permanecia en su bolsillo. Y al parecer ese individuo era el utimo, o casi ultimo, aun quedaba uun menos y algun hollow perdido por hay, pero no tardarian en matarlos.

Un shumpo muy veloz fue usado para situarse tras el supuesto enemigo, ¿Creias que con esa escoria podrias si quiera pensar que penetrarias la muralla del siretei? Decia soltando un sonido de risa sarcastica sin demostrarlo en su rostro, cuando aun mantenia su postura de espalda contra espalda al enemigo, dio un rapido giro estendiendo su pierna derecha para intentar dar una fuerte patada a la altura de su brazo izquierdo.

La batalla no tardo en comenzar, un grupo bien nutrido de shinigamis apareció en escena. Al contrario de los que estaba acostumbrado a ver estos se movían y luchaban como ninjas, esquivando con extrema agilidad los golpes de mis hollow, atacando en sus puntos debiles con fatal precisión.
Esto, claro esta, no me importo. Ellos estaban alli para hacer lo que estaban haciendo, atraer la atención de los shinigamis. No hay porque lamentar la muerte de los guerreros que mueren cumpliendo con su deber. El menos grande de mi izquierda tambien cayo, asediado por infinidad de shinigamis, los cuales esquivan sus torpes golpes y terminaron rompiendo su mascara…Sin embargo el menos de mi derecha seguía combatiendo, aplastando a todo shinigami que se acercara a el.
Yo por mi parte casi no tuve que esforzarme, los pocos shinigamis que cargaron contra mi murieron con rapidez y sin dolor. No había razón para la crueldad, pero parecia que de seguir a este paso podria matar yo solo a todos los shinigamis…hasta que note su presencia, un poder espiritual colosal, se encontraba en la azotea de uno de los edificios del seretei, era un hombre joven de pelo blanco, vestía el haori blanco del capitán…
“Te tengo” No pude evitar pensar, un ser como ese es el que estaba buscando, ahora solo necesitaba que me siguiera, tenia que odiarme lo suficiente como para seguirme por la garganta.
Aún estaba pensando en como hacerlo cuando el capitán desapareció, tarde un poco en darme cuenta de su objetivo y, cuando lo hice, ya era demasiado tarde.
La primera noticia que tuve de que se habia colocado a mi espalda fue el increible golpe que recibo en mi brazo, lanzandome varios metros hacia la derecha, hasta chocar contra la pared de un edificio, la cual atravesé.
Gran cantidad de polvo se levanto del impacto, pero cuando este despareció se me pudo ver saliendo por mi propio del edificio.
-No hay honor en atacar por la espalda-dije con voz fria- te enfrentas a Duncan Blackheart. Tu nombre.

El peliblanco capitan estaba sereno y tranquilo al llegar y al atacar tambien, como siempre no mostraba expresion en su rostro, llevaba la cabeza casi baja del todo y sus ojos parecian cerrados por completo, aun que no era asi.

Saco su mano izquierda de su bolsillo, al ver que su enemigo salio volando hacia un lado. Este no parecia haberse aturdido mucho, parecia un contrincante poderoso, al salir de entre el polvo creado por su traspaso a un edificio del rukongai vio como la gente salia corriendo. Kazan sin importarle mucho se habia olvidado de la orden de evacuacion, ya que creia que no hacia falta la orden en un caso como estos. ¡Inutiles! ¡Evacuad la zona! Exclamaba sin mostrar expresion de rabia o de ninguna otra cosa a su contrincante, totalmente inerte.

Kazan se puso de frente al enemigo al oir sus comentarios, no por importarle, sino que a lo mejor tenia razon.
El peliblanco tiro su haroi blanco sin mangas en el suelo lleno de polvo, dejando a la vista su traje de las fuerzas especiales. De repente, "Zas", desparecio nuevamente, apareciendo frente el enemigo con un golpe de codo dirigido a su cara.

Entoces Draver llego a la zona de combate con un shumpo muy bien realizado se coloco sobre un pilar del muro y dijo y le dijo:

-Parece que se a montado una buena aqui fuera, Kazan, te dejare que te encargues que esta mañana me e levantado con una sobre carga en el hombro y no quiero forzarlo no sea que pase algo malo.

Dicho esto Draver se tumbo en la parte superior de la muralla y observo la sangrienta batalla que se estaba disputando, metio su mano al kimono y saco una botella extraña de un liquido misterioso y se puso a beber mientras observava el combate de los dos individuos.

Habia llegado a la zona de comabate y venia preparado ya que mis radares habian detectado actividad Hollow desde hacia un rato por lo que hbia decidido coger un cubo de contencion lo que si conseguia arrojar por el agujero caracteristico de los hollows quedaria encerrado en un cubo negro como rehen.Llegue al lado de Draver con un Magnifico shumpo mientras contemplaba la escena.Fue entonces cuando adverti que Kazan no habia matado al segundo menos el cual tenia intencion de arrasar toda una hilera de casas.Fue entonces cuando actue.

-Hado nº 4:Byakuray.

De mi dedo indice salio un rayo de color blanco que sego por la mitad al Menos convirtiendolo en polvo.Pero eso no era lo que me alteraba si no que al entrar en contacto el rayo con el hollow observe un patron de ondas en el aire.Ese hollow habia sio modificado por lo que cai en la cuenta de la finaliad del ataque.Mision de captura por lo que rapidmente fui donde se encontraba Kazan y lo aparte del supuesto lider antes de que este intentara algo.Altiempo que le lanzaba un Hakudo(Seis barras de Luz)aprisionandolo.

-Apartate de el Kazan.Estos Hollows han sido modificados seguramente por los Espadas o por los cientificos y quien sabe si no estaba tratando de inducirte a una trampa.Llego la hora de el combate a Distancia.Y por cierto.

Dije dirijiendome al Fraccion.

-No hay nada de Honor en atacar a Inocentes.

Dije en modo de replcia a su comentario de antes.

Mi rival desapareció de nuevo, apareciendo a pocos centímetros delante de mi cara, descargando un golpe contra mi cara con el codo, me movi a toda la velocidad que fui capaz, inclinandome hacia atrás y esquivando por pocos centímetros el golpe, pero aún así quede momentáneamente desequilibrado, lo que mi rival fuera apartado de mi lado antes de poder responder.
El nuevo rival que apareció en escena era el responsable de que mi anterior contrincante, el capitán del segundo escuadrón, se alejara de mi. Era un hombre extraño, pero a juzgar por sus palabras debía de tener un conocimiento científico bastante elevado, pues rapidamente noto la modificación de los hollow, y adivino parte de mi objetivo.
Y al parecer no era ese su único poder, en ese momento grito un par de palabras las cuales, no se porque me dio la venada, consegui identificr como un kidoh. En un gesto casi intintivo utilice el sonido en el último momento, apartándome de las 6 barras de luz que tenia a mi alrededor. Reaparecí varios metros más atrás, en el tejado de uno de los edificios del Rukongai.
-La inocencia…ni tu ni yo somos quienes para juzgar eso, shinigami- alce mi mano izquierda, apuntando en un principio a los capitanes. Un extraño reatsu de color negro se empezo a acumular en la palma de mi mano- Solo podemos hablar de deber…vuestro deber es proteger a esta gente…El Mio es destruirla- en el ultimo instante cambie la orientación de mi mano hacia varios edificios del Rukongai, densamente poblados por los habitantes que huian de la pelea- ¡Cero oscuras!
La colosal ráfaga de energía destruyo todo a su paso hasta, quemando y destrozando a toda aquel que se encontrara en la trayectoria, niños, ancianos, mujeres…todo.
Una vez aquel macabro espectáculo había terminado tome mi espada con ambas manos, separando ligeramente los pies. Preparado para combatir contra todo aquel que lo intentara.

El capitan del segundo escuadron se habia percatado de una nueva presencia aun mas cerca de lo que parecia, pero su ataque siguio en vigor, aun que sin exito. Su codo rozo escasos milimetros de la cara del enemigo pero sin tocarlo, este lo esquivo.

De repente un nuevo capitan aparece en escena, sin que Kazan se diese apenas cuenta ya estaba a algunos metros del enemigo, fue agarrado por su kimono por el tercer capitan y llevado hacia una distancia. Este capitan comentaba algo que a Kazan no le importaba en lo mas minimo, ese se delimito a sacudirse el kimono y a ponerselo bien. Si quieres conservar tus sucias manos... no vuelvas a tocarme de esa manera. comentaba con arrogancia y un toque de amenaza.

No le gustaba en lo mas minimo que interviniesen en sus combates, y menos como lo habia hecho ese individuo.
Bien... escoria, sigamos. Comentaba al enemigo mientras lo volvia a mirar. Entonces algunos movimientos del capitan que acaba de llegar fueron lanzados al supuesto enemigo de Kazan, este los esquivo y con lo que parecia ser... rabia empezo a destruir casas y arrasar el rukongai.

Os dije que evacuaseis el rukongai sur...Bueno, no importa. Decia a uno de sus shinigamis que estaba cerca de ellos. Sobre un tejado.
Una cosa mas... capitan... Comentaba al capitan recien llegado, Si interfieres en mis combates, eres un enemigo...
Justo al decir esto, un shumpo fue usado para situarse algunos centimetros mas adelante del enemigo pero algunos centimetros sobre el enemigo, con la pierna derecha ya levantada dejo caer el peso de su cuerpo, con la esperanza de darle con el tacon en su craneo.

Una cosa nota Kazan, el enemigo no contra atacaba.